Convivencia feliz: cómo hacer para que tu gato acepte a tu perro en el hogar, según la veterinaria

Perro y gato. Fuente: Unsplash.

Las mascotas deben llevarse bien entre sí para poder convivir con armonía dentro del hogar y si bien hay una creencia de que indica que los perros y los gatos se odian, no es una verdad. Ambos pueden acompañarse perfectamente y compartir un mismo espacio sin necesidad de peleas y agresividades.

Según los veterinarios y los adiestradores de comportamiento animal, que un gato acepte a un perro como integrante de su manada dependerá del grado de socialización del animal, el tipo de experiencia que ha tenido a lo largo de su vida, e incluso su edad.

Perro y gato. Foto Unsplash.

De hecho, es importante tener en cuenta que es normal que en un principio tu mascota rechace a un nuevo integrante, ya que son muy territoriales y celosos de sus humanos, sobre todo en el caso de los felinos. Pero con el tiempo, cuidados y mucha paciencia, pueden llegar a construir un vínculo de amistad intachable.

Te puede interesar:

Ellos también sufren el frío: cómo proteger a los perros de la nieve para que no se enfermen

Consejos para hacer que tu gato acepte a tu perro según expertos

La socialización entre los animales es crucial en las primeras siete semanas de vida y, en el caso de los perros, puede extenderse incluso hasta las 12 semanas. Si han estado en contacto con otros seres, sin tener miedo y con capacidad de jugar y expresarse, es posible que en la práctica sea mucho más fácil que se conozcan y se adapten a la convivencia.

Además, es importante recalcar que en la interacción entre el perro y el gato tiene mucha influencia la compatibilidad del carácter y el temperamento. No todas las mascotas se comportan igual y tienen la misma energía.

Perro y gato. Foto Unsplash.

Sin embargo, hay ciertas recomendaciones para que el gato acepte al perro:

• Información previa: es crucial que conozcas el grado de aceptación que puede tener tu gato a la hora de sumar un integrante a tu familia. Sin embargo, aunque en un principio no haya buena tolerancia, con paciencia pueden establecer un vínculo.
  
  
• Presentación progresiva: Para hacer que un gato acepte a un perro, debés dejar que se conozcan y se acostumbren el uno con el otro con suma calma, con un ambiente tranquilo y controlado y sin ejercer presión.
  
  
• Sitios de escape y zona de confort: Si bien van a compartir mucho tiempo juntos, procurá que tanto el gato como el perro tengan lugares donde puedan resguardarse si se sienten amenazados.
  
  
• Reubicá las pertenencias del gato fuera del alcance del perro: como los felinos son muy territoriales, no querrán que el can curiosee e impregne sus pertenencias de su olor. Por eso, lo recomendable para los veterinarios es ubicar sus pertenencias en un lugar alto y no dejar que el perro se acerque. Sin embargo, sí puede ocurrir que el gato quiera impregnar de su olor las cosas del perro.
  
  
• Mantené la calma y supervisá la interacción: utilizá tonos tranquilos y ofreceles refuerzos positivos a ambos cada vez que se acerquen y se demuestren respeto. Además, podés enseñarle a tu perro a obedecer órdenes básicas para ayudar a mantener la situación bajo control.

Gato gris. Foto Unsplash.

Estos son solo algunos de los tips recomendados por los veterinarios para comenzar con una buena convivencia e interacción entre los felinos y los caninos para minimizar el estrés lo máximo posible.