El regreso de un clásico: cómo preparar natilla casera para que salga idéntica a la de las abuelas

La natilla es un postre lácteo muy popular, especialmente en España y otros países de habla hispana. Foto: Freepik.

Las natillas caseras forman parte del legado culinario de generaciones de familias españolas. Su textura suave y su delicado aroma a canela y vainilla recuerdan la cocina tradicional, aquella en la que los postres se preparaban con ingredientes simples pero de calidad, y con una paciencia que hoy es casi un lujo.

Con los años, esta receta se expandió a otras partes del mundo y es cada vez más común verla en las cartas de postres de bares y restaurantes. Sin embargo, es posible prepararlo en casa, siendo ideal tanto para una comida familiar como para saciar un antojo. 

La diferencia entre los flanes y las natillas es que éstas últimas se elaboran a base de yema de huevo en lugar de huevos enteros. Foto: Freepik.

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Natilla casera: los secretos de la receta original

La base fundamental de unas buenas natillas es utilizar exclusivamente yemas de huevo, lo que proporciona una cremosidad única. Aromatizar la leche lentamente con un palito de canela y una corteza de limón es otro paso indispensable para conseguir el sabor auténtico de siempre.

La cocción requiere atención: la mezcla debe espesarse a fuego muy bajo, removiendo constantemente para evitar que hierva o que se formen grumos. Una vez listas, las natillas se enfrían y se coronan con una galleta tipo Maná, símbolo inconfundible de su origen casero.

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Cómo preparar natilla caseras: la receta tradicional que sigue conquistando generaciones

Ingredientes:

• 6 yemas de huevo.
• ½ litro de leche.
• 125 gramos de azúcar.
• 1 palito de canela.
• 1 corteza de limón.
• 1 pizca de vainilla en polvo.
• Canela en polvo para decorar (opcional).
• Galletas tipo Maná para decorar (opcional).

Las yemas de huevo son las responsables de la textura cremosa de la natilla. Foto: Unsplash

Preparación paso a paso:

1. Calentar la leche junto con la canela, la corteza de limón, la vainilla y el azúcar, llevándola hasta ebullición y retirándola inmediatamente del fuego.
2. Batir las yemas en un bol hasta lograr una consistencia espumosa.
3. Incorporar la leche caliente de manera gradual a las yemas, removiendo de forma continua para evitar que se cuajen.
4. Verter la mezcla nuevamente en el bol y cocinar a fuego bajo, sin dejar de remover, hasta que espese ligeramente. Es fundamental evitar que hierva.
5. Colar las natillas para eliminar posibles grumos y distribuir en recipientes individuales.
6. Dejar enfriar primero a temperatura ambiente y después refrigerar durante al menos dos horas.
7. Antes de servir, decorar con una galletita y espolvorear con canela si se desea.

Con esta receta se obtienen aproximadamente cuatro porciones de natillas caseras, perfectas para revivir la esencia de la repostería tradicional.